25 mar 2011

La arquitectura sustentable llega para quedarse


Para nadie es un misterio que el hombre ha ido con el pasar del tiempo desgastando el planeta. Es por esto que en estos días debemos tener especial cuidado con nuestro medio ambiente. Conceptos como “calentamiento global”, “cambio climático” y “efecto invernadero” han ayudado a generar conciencia social respecto al tema, y frente a esto la arquitectura no se ha quedado atrás.

Naturalmente la arquitectura tiene un gran impacto en el medio ambiente y sus habitantes. El problema es cuando este impacto es negativo sobre las condiciones ambientales, efecto producido principalmente por la falta de control sobre el uso y manejo de los recursos naturales. Es por esto mismo que la arquitectura sustentable, también conocida como arquitectura verde, se ha venido instalando hace ya algunos años en Chile y el mundo, buscando así generar una relación mucho más armoniosa entre el hombre y la naturaleza.

Edificios casi transparentes o rodeados de plantas por toda su fachada son cada día más frecuentes. Este tipo de edificación busca aprovechar al máximo las condiciones climáticas e hidrográficas en el cual se construye para que así los inmuebles logren una eficiencia energética. Para lograr este objetivo se busca sacar el mayor provecho de energías alternativas (eólica, solar, hidráulica y geotérmica principalmente) y utilizar lo menos posible las energías no renovables. Todo esto con el fin de generar un menor impacto ambiental.

Las construcciones que buscan este objetivo se les denomina edificios verdes. Jeannette Roldán, arquitecta de la Universidad de Chile, explica este concepto: “Un edificio verde dialoga con el clima local y es capaz de utilizar todos los recursos naturales y tecnológicos disponibles para tener un uso eficiente de la energía”.
En Chile ya se han realizado obras basadas en este tipo de arquitectura. Sin embargo, para Roldán aún estamos muy lentos como país en esta materia: “El Ministerio de Energía está financiando muchas investigaciones con respecto al tema, pero todo va muy lento. El presupuesto que ellos manejan es insignificante en relación al que manejan otros ministerios. Todo lo que se puede hacer muy rápido se hace muy lento”.

La arquitecta de la Universidad de Chile, María de los Ángeles Bernal, que trabaja en la Municipalidad de Santiago, concuerda con Roldán: “Estamos empezando a hacer cosas que en otros países se vienen haciendo hace 15 años”. Pero va más allá, y agrega que “sólo se están haciendo varias cosas a nivel de interiorismo, pero no conozco ningún caso exitoso de edificio sustentable en Chile. Uno ve edificios verdes en Alemania, por ejemplo, y son totalmente autosuficientes… acá estamos lejos de eso”.
Pero no todo es tan malo para Jeannette Roldán, ya que “es muy importante la conciencia que ha ido tomando el país y lo que se está haciendo en términos administrativos a través de organismos como la Corfo y el MOP, que han ido impulsando proyectos interesantes”, dice.

Edificios verdes en Chile:
El Edificio Consorcio, ubicado en la comuna de Las Condes y realizado por los arquitectos Enrique Browne y Borja Huidobro (Av. El Bosque sur 180), es un buen ejemplo de edificio verde en Chile. Así lo cree Manuel Amaya, arquitecto de la oficina “Montealegre Beach” (www.mbarq.net): “Tiene un gran parrón vertical que actúa como una doble fachada, la cual en invierno es muy transparente y capta toda la energía solar. Y en verano sirve como protección del sol poniente que hay en la tarde, que es el más agresivo. Es un gran ejemplo de edificio verde”.
Roldán concuerda con Montealegre: “Este edificio dialoga con el clima local de modo magnífico y está muy bien controlado en cuanto a sus aberturas”.

Sin embargo, no es el único ejemplo. Alberto Montealegre, quien trabaja en la misma oficina de Amaya, dice que “la construcción de cristalerías chile está muy bien lograda, ya que tiene una laguna que climatiza y dignifica al edificio, porque se tiende a leer al edificio como en espejo y además climatiza toda el área”. Pero no es el único, ya que “el complejo de la Sony, ubicado en el centro, está lleno de vegetación en el interior que ayudan a una mejor eficiencia energética”, dice Montealegre.


El Hotel Intercontinental ha intentado incorporar arquitectura sustentable a su edificio y para ello instaló 2.200 metros cuadrados de jardines verticales en su fachada externa. Montealegre cree que “la vegetación del Hotel ayuda a que el edificio tenga un grado de sustentabilidad, ya que le sirve de colchón acústico y térmico reduciendo así los costos de energía y por ende el impacto ambiental”.

Jardines verticales en las casas: arquitectura verde en menor escala.
Sin embargo, hoy en día no sólo los grandes edificios pueden optar a una arquitectura sustentable. El paisajismo vertical (precisamente lo que realizó el Hotel Intercontinental con su fachada) permite a cualquier casa, e incluso departamento, mejorar sus condiciones climáticas y ambientales.

Así lo hizo Pilar Ureta, quien fue una de las primeras en instalar jardines verticales en su casa. Su hogar, ubicado en el barrio de San Carlos de Apoquindo, tiene las paredes de su antejardín cubiertas por plantas de varios tipos. Y no son paredes cualquiera, “son las que dan a la pieza de mi hija y a la cocina”, como ella misma explica.


Estas plantas no son enredaderas ni nada por el estilo, son vegetales que han sido puestos en las paredes a través de cubículos de 60 por 60 centímetros y de 8 cm. de espesor. Esto hace posible que cuando Pilar lo desee, desmonte todo y las paredes vuelvan a la normalidad.


“A mí me gusta, lo encuentro muy bonito. Instalé todo esto el año pasado y no me arrepiento para nada. Vieras lo lindo que se veía esto en primavera”, dice Pilar.
Pero las ventajas de este producto no son sólo estéticas, sino que también ambientales. “Me aísla del calor a las piezas a las que dan esas paredes. Imagínate que les llega el sol toda la tarde, pero la pieza de mi hija siempre está fresquita. Y en invierno aísla del frío”, dice Pilar.

Una de las ventajas de este tipo de fachadas es su innovador sistema de regadío. Así lo explica Pilar: “El riego es el mínimo de agua, porque va por unas cañerías que son de fibra y luego que se llenan de agua comienzan a gotear. Lo activo unos dos minutos, y ni siquiera todos los días. Mucho menos que el pasto, por ejemplo, ya que ahí debo activar el riego unos cinco minutos por circuito todos los días, como lo tengo programado”.

Lo que se gasta en promedio en agua para regar estos jardines verticales son tres litros diario por metro cuadrado. Esto varía dependiendo de la época del año y del tipo de planta. El metro cuadrado de este tipo de producto, contando la instalación, suele encontrarse en el mercado a partir de los 150 mil pesos.

Si bien aún nos falta para llegar a los niveles de sustentabilidad que poseen los países más desarrollados, en Chile ya se ha instalado el tema de la arquitectura verde (al menos en los nichos relacionados con arquitectura). Está por verse si la sustentabilidad se sigue desarrollando en el país de manera consistente y no sólo superficial. Ejemplos existen y están a la mano.

SlideShow sobre arquitectura verde

24 mar 2011

Manuel Amaya nos habla de los edificios verdes

Manuel Amaya es arquitecto de la U. de Chile y director de la oficina de arquitectos “Montealegre Beach”. Ha liderado obras como la construcción del nuevo Estadio de Coquimbo, la Estación Intermodal de La Cisterna y la remodelación del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. En este video nos habla acerca de los edificios verdes y lo importante de este tipo de construcción acorde a los nuevos tiempos.